martes, 15 de mayo de 2007

Entrevista a la periodista Ximena de La Quintana

Visitamos a la conductora de Rumbo Económico en las instalaciones de Canal N. Jimena manifiesta lo importante que son las practicas pre- profesionales en nuestra carrera.

Después de cancelar tres veces esta entrevista, debido a la apretada agenda que lleva como reportera y conductora de canal N, Jimena de La Quintana habla sobre su experiencia periodística.

¿Cómo empezaste a trabajar en los medio de comunicación?

Empecé a trabajar, en tercer ciclo, yo estudié en la universidad de Lima, y cuando ingresé a la facultad, inicié mi trabajo como reportera en ATV noticias en el año 97.

¿Qué tan importantes son las prácticas antes de culminar esta carrera?

Si tú estudias comunicaciones y no practicas estas en problemas. Porque el que estudia comunicaciones cinco años y empieza practicar terminando la carrera, esta en nada. En comunicaciones a diferencia de otras carreras, tienes que practicar porque la mayoría de las cosas no las aprendes en la universidad.

¿Siempre tuviste en claro que deseabas estudiar comunicaciones?

Si, siempre supe que quería estudiar comunicaciones, también me gusta la economía, pero comunicaciones pudo más, así que ahora aplico a mi carrera los conocimientos de economía que tengo.

¿De qué se trata Rumbo Económico, el programa que conduces en canal N?

Es un programa de actualidad sobre temas vinculados estrictamente a la economía. Yo creo que en el Perú la gente no le toma la importancia necesaria a la economía. El 90 % de un plan de gobierno es económico, entonces la gente necesita saber de economía, esto es fundamental para tener buenas decisiones en la vida y para ser un ciudadano responsable.

¿Qué responsabilidad implica, para ti, ejercer el periodismo?


La gente forma opinión a través tuyo, esa es una tremenda responsabilidad.

¿A qué periodista admiras?

Admiro a todo periodista que no tiene vida propia.



Entrevista realizada 16/05/06

El Personaje del Día

Mauro Mayhua Ramírez
Colaborador en el área de bienestar del Hogar Clínica San Juan de Dios.

“A los que solo piensan en morir, yo les digo, que su familia y el, son más que una pierna o un brazo”

“Soy técnico en electricidad; normalmente trabajaba en torres de alta tensión. Ese día, estábamos haciendo un trabajo de emergencia. Terminé el trabajo y avise por radio que energizaran después de 10 minutos”, recuerda Mauro Mayhua.

¿Me podría contar cómo fue el accidente que sufrió?

Pedí 10 minutos para llegar a piso, en la central energizaron antes de tiempo y la electricidad me cogió. El cable me chocó en el muslo, Sentí que me quemaba por dentro, luego caí, pensé que todo había sido solo un susto, pero luego me di cuenta que mi pierna se había quemado por dentro. La descarga salió por mi talón.

¿Eso cuándo sucedió?

El 12 de agoto del 2001. Yo recuerdo hasta el momento en que vi en mi talón un hueco carbonizado, luego me desmayé y después desperté en el Loayza.

¿Y cuándo se enteró que iba perder la pierna?

Los doctores se me acercaron y me explicaron cual era mi estado, me dijeron que tenían que amputarme la pierna izquierda. Yo les suplique que hagan lo posible por salvarla. Ellos tuvieron mucha paciencia y me hicieron entender lo que era necesario para salvar mi vida y vivir con mi señora y mi hijita.

¿En su trabajo, este tipo de accidentes son muy frecuentes?

Si. Ya había visto accidentes y hasta muertes, pero uno nunca está preparado, menos cuando eres joven y tienes hijos.

¿Este accidente cambió su vida?

De todos modos, aunque ahora estoy mejor que al inicio de mi recuperación. Fue muy duro, estaba acostumbrado ha hacer deportes, jugar fulbito los domingos, jugar con mi hija.

¿La empresa en la que trabajaba lo ha indemnizado?

Si, también tengo un seguro de por vida, no es mucho, pero es un aporte para mi familia, además cubrió los gastos del hospital.

¿Usted aún trabaja en esa empresa?

Después de mi rehabilitación me dieron un trabajo en el área de sistemas, me capacitaron para ello y ahora tengo un trabajo, no me siento un inútil. No lo hubiera podido lograr sin la ayuda de las terapistas del hogar clínica San Juan de Dios.

¿Cuánto tiempo duró su rehabilitación en la clínica?

Casi dos años, y medio año después pude caminar con esta prótesis, las hacen en la clínica. Ahora solo voy una vez al mes para unos chequeos.

¿Desde cuándo realiza su labor como colaborador en la clínica?

Informalmente, desde que empecé a tomar conciencia del trabajo noble que se hace en la clínica y oficialmente hace dos años.

¿Usted trabaja también con niños?


No. Es muy duro trabajar con niños, ellos creen en todo lo que les dices, creo que con los pequeños trabajan mejor las especialistas mujeres.

¿Entonces prefiere trabajar con adultos?

Si, además porque la mayoría de ellos tienen casos parecidos al mió, se han accidentado. Les puede hablar con experiencia propia.

¿Y que le dice a alguien que es muy joven como usted y que ha perdido algún miembro?

Son casos diferentes y muy críticos, hasta hay hombres que quieren morir, a ellos les pregunto si su familia y el valen menos que una pierna o un brazo y aunque parezca mentira a veces bromeamos con nuestro problema, la sonrisa es la mejor terapia.

¿Con respecto a que suelen bromear?

Bromeamos sobre la prótesis de madera, con las terapistas que son muy guapas, sobre cosas que nos pasa en casa y hasta sobre la vida sexual de cada uno.

¿Y cómo ha cambiado su vida a raíz del accidente?

Tuve mucho apoyo de mi esposa. Ella ha estado siempre conmigo. Pero a mi hija le chocó. No quería ir al colegio, porque pensaba que se iban a burlar de ella. Le dije que ella no tenia porque sentirse mal ya hora lo toma a la broma. Dice que su papa es un robot y que es el único papa con pierna de fierro, el otro día me ha pedido que me ponga un brazo de fierro, ella cree que soy Robocob. Definitivamente ya lo superó.

Se podría decir que ha existido un Mauro antes del accidente y que existe otro después.

Si. Con cosas como estas cosas, uno aprende mucho, yo tuve la suerte de tener a toda la familia de mi lado y a unos médicos de primera, tenía todo para salir adelante, hubiera sido un tonto de no aprovecharlo. No es que agradezca este accidente, para nada pero ahora soy otro hombre, mi vida a dado un giro de 360 grados.

¿Que le debe usted a la clínica?

Le debo más que una rehabilitación, le debo mi recuperación anímica y física, el contacto con otros pacientes te ayuda a tomar conciencia. A mi me hacia falta una pierna, que ahora la reemplazo con una prótesis, hay pacientes que no tienen una sola de sus extremidades y tienen una vitalidad increíble. Eso es admirable.